Ya estamos en Octubre, y seguimos vivos.
Hoy por fin refresca esta atmósfera soporífera que lo fundía todo con un abrazo largo, y pesado como el plomo.
El aire llega desde
el horizonte borroso
sembrado de grúas de Barcelona.
Desde el mediterráneo
húmedo
agradable
llega a los sentidos la sal
los sonidos sordos de automóviles
la efervescencia de la vida.
Mi niño duerme tranquilo.
Hace 6 meses
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