domingo, 2 de noviembre de 2008

A la Mariposa

Mariposa, te odio.
Odio tus alas de cristal, tus colores,
odio tu manera de remontar el vuelo y de
posarte en mi una y otra vez.
-¿Crees que puedes cambiar las cosas?
*
Yo' te odio; odio tus patitas afiladas y secas,
sin carne, arañando sobre mi cabeza;
tus ojos caleidoscópicos,
que miran el mundo que yo inventé y que
fue botín entre tus garras;
tu suerte, tu trofeo, tu pulcra...
pulcra felicidad, ¡tan cándida!;
tu inocencia, ferviente e imperecedera.
*
Mi corazón necio te ama aún...
¡Y yo, aún le odio por eso!
*
*
(perdona mariposa...
alguien me hizo enfadar anoche ...
y como siempre la pagué contigo)

No hay comentarios: