martes, 4 de noviembre de 2008

' 11.00 a.m ' (02-10-08)

Un tenue sol tamizado
por la seda blanca y fresca,
en que se convirtieron las nubes
en esta mañana de otoño.
*
Un respiro azul, un escondrijo.
El mundo aquí, no me alcanza.
No, no llega tan lejos...el mundo,
no es tan listo, como parece a veces.
Se olvidó, se olvidó de mi.
*
Desde la terraza de la oficina
dibujo en el aire los caminos anticipados
por dónde transcurrirán vuestros pasos
recauchutados, cilíndricos, calientes,
en los que os habéis convertido.
*
Ardua es la tarea de mi desconexión,
a la que me enfrento
delineando en la pantalla
versos color azul claro.
*

4 comentarios:

el lector dijo...

después de leer tu poema, he llegado a la conclusión de que lo tóxico es la palabra "oficina"

AnadelasTejasrojas dijo...

Publicando para toda la Galaxia,
desde la toxicidad de la oficina.

Pónganse las máscaras y los trajes que les proporcionamos...

(Suena de fondo una alarma...)9.00 a.m

samsa777 dijo...

Hay una cierta luz en las mañanas de noviembre... tan reveladora...

Julio Castelló dijo...

"el mundo,
no es tan listo, como parece a veces.
Se olvidó, se olvidó de mi."

Me has hecho sonreír, pero duele.