sábado, 31 de enero de 2009

Historias del Mar III 'Desvistiendome II'


Eterna niña-caracola
tu concha quedó varada en la arena,
y el ínfimo espacio que te unía al nácar
se hizo eterno.
*
Te desvestiste, te deshiciste,
te abandonaste al sabor salado
de la ausencia misma.
*
Fue tu huida, huida en estado puro.
Te desterraste de ti misma,
te arrancaste de lo más profundo
de la espiral carnosa que te unía a la vida.
*
Y tu piel aun te llora, aún te llama,
con el eterno rumor de cien olas
engarzado en tu boca
*
tu boca abierta y salobre.

1 comentario:

Julio Castelló dijo...

Qué hermoso animal marino camina sobre tus aguas.
Y qué triste la canción de tu caracola.