lunes, 6 de octubre de 2008

Sábado 4 de Octubre. (20.00 p.m)

'FurA En EstAdo PurO'

Esperábamos en el puerto a que llegara la hora de embarcar en aquel extraño buque. La incertidumbre se empezó a apoderar de mí, tan pronto como pisamos el muelle. Era una noche con niebla y oscura, una extraña tranquilidad reinaba sobre las aguas..pero lo que más me extrañó fue, no oír, ni a un solo pajarraco por aquellos alrededores. En realidad no me explicaba cómo ni cuándo me había dejado convencer para emprender esta aventura sin tener noción de cuándo regresaría...ni que ocurriría en el transcurso de ésta.
El Barco era un gigante verde, tatuado con letras inmensas, escritas en un idioma extranjero, desconocido para nosotros. Quién sabe lo que dirían aquellas palabras extrañas...Algunos de los que, también esperaban allí, para zarpar...comentaban que se trataba de un antiguo buque rompehielos...que ahora había pasado a servir de transbordador hacia aquel extraño lugar'. Y que sólo éste era capaz de atravesar hacia el otro lado, pues estaba armado de una manera singular, para aguantar la colisión con el duro hielo de la Antártida.
Todos los que habían ido, aseguraban que tenían suerte de haber regresado cuerdos. Pero, a cambio habían vuelto cargados de tesoros muy valiosos.
De repente, cuando el barullo del gentío, se hacía ya, ensordecedor, apareció al otro lado de la pasarela un individuo sucio y maloliente, vestido con ropas grises y mirada fría como el propio hielo. Seguramente sería el segundo de abordo..(tal y como gritaba a diestro y siniestro...parecía que el resto de la tripulación le temiera, como a la misma muerte).
-¡Las mujeres y los niños primero!. Grito mientras golpeaba con rabia el casco, con una barra metálica.
Un escalofrío me recorrió la espalda.Parecía que los preparativos se habían demorado demasiado. El viento empezaba a soplar con fuerza en ese momento. Y la gente se agitaba nerviosa, ante los gritos.
-Vamos, vamos, adentro...adentro.
El torrente nos arrastraba...y me empujaba con fuerza hacia la puerta...Extendí la mano para agarrarme a él...pero fue en vano.La marea humana me alejaba cada vez más...
Nos separaron pues,en esta la que iba a ser la travesía más extraña y peligrosa de nuestras vidas. Ahora estaba sola.Ahora ya no había marcha atrás. Y algo me decía que no continuara, que no entrara por esa puerta...
Nos apilaron como equipaje, en la que era, la bodega del barco; sucia y pestilente, oscura como la noche más negra. Una vez estuvimos todas sentadas en el suelo, comenzaron a entrar los hombres, de los que se distinguía sólo la silueta...allá al fondo, les empujaban y caían a trompicones al suelo; uno tras otro. (¿Dónde estaría él?)
Se oían golpes allá en la cubierta... la tripulación se agitaba allá arriba, como una tormenta.
Todas hablaban como locas, sobre sus planes cuándo regresaran ricas a puerto. Y sobre sus futuros maridos de la aristocracia...yo las oía hablar...simplemente..(eran mujeres de la calle y gente de la más baja calaña).
-La oscuridad lo invadía todo, y fue nuestra única compañera fiel durante varios días...en realidad, allí nadie se fiaba de nadie...la promesa de hacerse rico en tan poco tiempo había atraído a la crema de la crema de las sucias calles de la ciudad. Y así pasaron las horas...-Cuántas?...no logro recordar...
Como digo, la oscuridad lo estaba tragando todo...incluso parecía que se aferrara, ya, a lo más hondo del corazón...la ilusión de volver siendo ricos, se estaba oscureciendo, también, poco a poco...(ya nadie hablaba...el silencio paso a ser otro acompañante más)
-ya no sé el tiempo que llevamos sentados en el suelo. (Me sentía presa de la broma más pesada...-quién me mandaría a mí hacer caso a esos mequetrefes!).
y así pasaron días y días, nos alimentaban de mala manera...chuscos de pan y algo de fruta media podrida.
Me desperté agitada, después de tener una pesadilla...no sé qué hora del día seria...o si ya era de noche. Recuerdo un fuerte estruendo arriba en la cubierta.
'Entonces comenzó la pesadilla'.
Entró, el individuo que nos recibió en el muelle. Estaba furioso, y comenzó a andar entre la gente, zamarreando...golpeando...estaba buscando a alguien entre los hombres. Después, lo mismo entre las mujeres. En total cogieron a cuatro, dos hombres y dos mujeres, y los colocaron encima de unos bidones, dónde todos podíamos verlos. Por un momento pensé que recibirían algún castigo por algo que hubiesen hecho...pero no sabía muy bien el qué.
Uno de ellos era de raza negra...un 'nuba'. ( Su etnia se había liberado hacía pocos años de la esclavitud ). Entonces empezó a preguntarle qué hacía allí, y quién era su dueño?...cosa que lo hizo encolerizar. Comenzó una enorme trifulca, en la que participaron todos. Yo no hice otra cosa que esconderme detrás de un enorme bidón, y observar lo que ocurría.
Se oían truenos... estábamos en medio de una tempestad. La sangre salpicaba a diestro y siniestro. Debía salir de allí lo antes posible...pero no encontraba el momento justo...(o mis piernas no me lo permitían).
Después ya no recuerdo nada más ... es extraño... pero no recuerdo nada; sólo que desperté en medio de una enorme tormenta...que duró días y días. (¿Sería la misma tempestad que comenzó con la trifulca?). Ahora eramos muchos menos...
En el transcurso de ese tiempo, murieron muchas personas... que eran arrojadas por la borda inmediatamente, todos temíamos por nuestras vidas. No entendía muy bien hacia dónde íbamos...por qué tardábamos tanto en llegar a tierra firme. Y por qué nos trataban como esclavos. Ya empezaba a pensar que mi compañero, seguramente habría fallecido ya... (mi mente se preparaba para lo peor).

Cuándo cuento esta historia, todos preguntan:
-¿Pero ya no recuerdas nada más?
Y mi respuesta siempre es no'.
-¿Pero cómo regresaste?
Y mi respuesta es...'no recuerdo'.
Ahora comprendo, en realidad lo que comentaban aquellos que también regresaron antes que yo... 'En realidad era un milagro haber sobrevivido cuerda a todo aquello'.
Pero también amasé una enorme fortuna...'un tesoro', del que sólo yo soy propietaria. Y qué me hace la más rica con diferencia de esta basta ciudad.
Vi, atónita como la gente moría ahogada... cómo bebía su propio orín...cómo enloquecían... cómo la madre tierra nos 'zarandeaba'. Y cómo cuatro valientes hombres...(mejor dicho; dos hombres y dos mujeres) nos salvaron a todos de lo inevitable.

''LA FURA dels BAUS' Y SU ESPECTÁCULO 'SUB' me regalaron un gran tesoro''....('su forma de expresar su historia'....'nuestra historia', como un jarro de agua fria').

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