lunes, 20 de octubre de 2008

Monarca

Cálida lluvia ámbar en mi piel
caricias de mil monarcas.
*
Los árboles
ya, no son árboles, sustentan,
y el aire se aparta raudo
*
Yo
ya, no soy yo
no me aparto, no,
me he convertido en una de ellas.
He vuelto desde el grito del mismo pánico
hasta el silencio, trémulo, de mis alas silenciosas
*
Y vuelo hacia ti
recto bajo tu piel, como crisálida brillante, inquieta y ávida
*
Regreso desde la niña una y otra vez
hasta el infierno de ti
a por el infierno que hay en ti
y me alimento de él,
*
y en un descuido te susurro al oído
un dulce sentimiento
*
Somos libres

2 comentarios:

Julio Castelló dijo...

Joder!, con perdón, es acojonante...

Julio Castelló dijo...

He acudido al diccionario de la RAE, por si me había equivocado; pero no. Resumo: 'acojonar', acobardar. Y en segunda acepción: impresionar profundamente, dejar estupefacto. Naturalmente, vulgar.
En todo caso, bien observado lo de la crisálida y el huevo...