De tus manos...
el cielo,
minúsculo e infinito;
firmado por el arcoiris
de un hermoso significante...
pero efímero...
como mi propia existencia.
Para entonces había descubierto..que ahora se había convertido..en el sueño de un niño..Y se alegró tanto, que NUNCA DEJÓ DE BATIR SUS ALAS...
No hay comentarios:
Publicar un comentario